GRIPE
Durante el Otoño y el Invierno, suelen producirse epidemias o brotes conocidos como “gripes estacionales”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 15% de la población mundial puede verse afectada cada año por este tipo de fenómenos. En otras palabras, 1 de cada 5 personas contraen la enfermedad, siendo más vulnerables los niños y las personas mayores.
La gripe estacional está caracterizada por el inicio súbito de fiebre alta, tos-generalmente seca-, dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer, en la mayoría de los casos, en el plazo de una semana sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto riesgo la gripe puede causar enfermedad grave, e incluso la muerte. El tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad (el llamado periodo de incubación) es de aproximadamente 2 días.
La gripe es una enfermedad que se propaga fácilmente, extendiéndose con rapidez en escuelas, lugares de trabajo o ámbitos públicos.
¿Cómo se produce la transmisión?
Se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones. Las gotitas infectadas que expulsa el paciente al toser pueden ser inspiradas por otras personas que quedan así expuestas al virus. También puede propagarse a través de las manos infectadas. La “auto-contaminación” es muy frecuente y se produce por medio de la transmisión de mano-a-nariz, mano-a-ojo o mano-a-boca.
El período de contagio puede comenzar el día antes de la aparición de los síntomas y durar hasta una semana después de contraer la enfermedad.
Durante el Otoño y el Invierno, suelen producirse epidemias o brotes conocidos como “gripes estacionales”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 15% de la población mundial puede verse afectada cada año por este tipo de fenómenos. En otras palabras, 1 de cada 5 personas contraen la enfermedad, siendo más vulnerables los niños y las personas mayores.
La gripe estacional está caracterizada por el inicio súbito de fiebre alta, tos-generalmente seca-, dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer, en la mayoría de los casos, en el plazo de una semana sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto riesgo la gripe puede causar enfermedad grave, e incluso la muerte. El tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad (el llamado periodo de incubación) es de aproximadamente 2 días.
La gripe es una enfermedad que se propaga fácilmente, extendiéndose con rapidez en escuelas, lugares de trabajo o ámbitos públicos.
¿Cómo se produce la transmisión?
Se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones. Las gotitas infectadas que expulsa el paciente al toser pueden ser inspiradas por otras personas que quedan así expuestas al virus. También puede propagarse a través de las manos infectadas. La “auto-contaminación” es muy frecuente y se produce por medio de la transmisión de mano-a-nariz, mano-a-ojo o mano-a-boca.
El período de contagio puede comenzar el día antes de la aparición de los síntomas y durar hasta una semana después de contraer la enfermedad.
Los consejos para prevenir la gripe estacional son:
Además de la vacunación antigripal es importante adoptar las siguientes medidas higiénicas para evitar enfermarse o transmitir este tipo de afecciones respiratorias:
- Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
- Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
- Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
- Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
- No compartir cubiertos ni vasos.
- Enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar.
Los consejos para prevenir la gripe estacional son:
Además de la vacunación antigripal es importante adoptar las siguientes medidas higiénicas para evitar enfermarse o transmitir este tipo de afecciones respiratorias:
- Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
- Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
- Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
- Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
- No compartir cubiertos ni vasos.
- Enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar.